domingo, 8 de abril de 2012

La Hermandad del Nazareno ha protagonizado en Huelva una brillante mañana del Viernes Santo. Miles de personas se han dado cita ante la puerta de la parroquia de la Concepción, en la calle Méndez Núñez y en la Placeta para presenciar la recogida de la cofradía, que se ha prolongado durante más de dos horas. La Cruz de Guía llegó a la iglesia a las 9 de la mañana tras cinco horas de intensa estación de penitencia que se ha desarrollado con brillantez y sin que haya habido que sufrir las inclemencias del tiempo más haya de algunos grados de menos para las actuales fechas que han hecho que el frío sea uno de los principales temas de conversación.


El recorrido ha concluido finalmente cerca de las 11.30 aunque el horario contemplaba la entrada del palio a las 11.00. Durante esas dos horas y media una ingente masa de onubenses ha observado con devoción el discurrir del paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, del palio de María Santísima de la Amargura acompañada por San Juan Evangelista, de los 700 nazarenos que han seguido a la hermandad y de los cientos de onubenses que se han volcado con las imágenes durante toda la procesión. El Cristo ha estado acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen por la Banda de Música de Nuestra Señora de las Mercedes de Bollullos par del Condado.


El Nazareno ha sido el solemne enlace del Jueves Santo con el Viernes Santo. De hecho, este año incluso se podría decir que ha habido una Madrugá más pródiga en imágenes cofrades gracias a la tardía hora en que se recogieron Buena Muerte, Oración y Judíos a causa de los sesenta minutos de moratoria que el Consejo de Hermandades y Cofradías les concedió para desterrar el riesgo de lluvia y que ha

permitido que los desfiles del jueves prácticamente alcancen a la salida de la Hermandad del Nazareno en la Madrugá, que tuvo lugar a las 4 de la mañana. De hecho a las 3 aún se estaba recogiendo en la Catedral la Hermandad de los Judíos, por lo que no hubo apenas transición entre el Jueves Santo y una Madrugá que se ha extendido hasta el mediodía del Viernes Santo.


La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, fundada en 1583, es la más antigua de la Semana Santa onubense y después de más de 400 años de permanentes salidas procesionales despierta más pasión que nunca. Prueba de ello es que nada impide que el amanecer del Viernes Santo resulte cada año multitudinario. Y en esta ocasión, a pesar de que la amenaza de precipitaciones ha estado siempre presente, con el sol por testigo.





http://huelvaya.es/2012/04/08/el-viernes-santo-amanece-en-huelva-al-paso-del-nazareno-y-de-la-virgen-de-la-amargura-y-con-el-sol-por-testigo/
 
Para todos los hermanos costaleros de Mª Santísima de la Amargura

ORACIÓN DEL COSTALERO

Madre mía de la amargura, que yo soy tu costalero
...
Que la última igualá ya fue y me voy acercando al templo.
Que los nervios se me salen y que revientan mi cuerpo,
deseo tanto llevarte que no sé ni lo que quiero.
Madre mía de la Amargura, que yo soy tu costalero...

Ya estamos en el templo debajo del paso en silencio.
Nuestra alma te reza y nuestro cuerpo está tenso.
Sonó el martillo y te llevamos al cielo.
Madre mía de la Amargura, que yo soy tu costalero...

Con pasito corto, sin movimiento, vamos despacito
cruzando la puerta del mismo cielo aliviando tu pena
Madre del Nazareno, para enseñarte a tu pueblo
que lleva un año sufriendo sin ver tu cara divina
y sentir tu amor sincero.
Madre mía de la Amargura, que yo soy tu costalero...

Ya estamos en la calle con paso valiente,
siempre de frente meciéndote muy suave.
Para dormirte al momento, que la noche es muy larga,
y aliviar tu sufrimiento. Es mi deseo sincero.
Madre mía de la Amargura, que yo soy tu costalero...

Pasamos carrera oficial y mi cuerpo está maltrecho,
las rodillas se me doblan, ¡cómo me pesa el madero!
La trabajadera me clava y mi cuerpo cae al suelo.
¡Madre mía, ayúdame que yo soy tu costalero!

Madre, ¿qué me pasa? ¿Qué es lo que estoy sintiendo?
Son tus lágrimas de amor que van penetrando en mi cuerpo.
Las rodillas me sostienen y ya no me pesa el madero
la trabajadera es una pluma y te llevamos al cielo.
Madre mía de la Amargura, que yo soy tu costalero...

Estamos en Plaza Niña y tu cara está sonriendo
al ver a ese puñado de ángeles que te cantan desde el mismo cielo.
Pequeñas flores de este jardín eterno
que sólo te dan amor ellas y tus costaleros.
Madre mía de la Amargura, que yo soy tu costalero...

Nuestra Madre de la Esperanza está nerviosa por verte
que lleva dos años esperando para poder abrazarte
te llevamos madre mía con nuestro amor,
dándote nuestro esfuerzo y nuestras gotas de sudor.
Madre mía de la Amargura, que yo soy tu costalero...

Ya estamos en Placeta Calle Marina, delante una tras otra saeta
esa oración desgarrante, madre mía, que es para aliviar tu pena tan grande
con nuestro paso tan suave, firme y pa'lante como si andaras en el cielo
entre nubes y azahares, madre mía...

Y ya estamos en la entrada, madre mía.
No quiero que esto termine, llévame contigo al cielo
que este instante perdure hasta el fin de los mismos tiempos.
Poquito a poco subimos y entramos en tu casa de nuevo.
Madre mía de la Amargura, que yo soy tu costalero...

Ahí quedó, paso al suelo, se hace el silencio total
y yo me abrazo al madero. Mi corazón satisfecho
por el trabajo bien hecho deseando que llegue otra vez
el momento de llevarte de nuevo.
¡Dios mío, madre mía cómo te quiero!
Madre mía de la Amargura,
Contigo hasta el cielo.

Fco Borrero, Capataz.

Huelva información.

http://www.huelvainformacion.es/article/cofradias/1227885/saetas/y/devocion/junto/nazareno/su/madrugada.html



La Concepción

Saetas y devoción junto al Nazareno en su Madrugada


La cofradía adelantó la entrada, tras una salida que llevó a las Hermanas de la Cruz

Eduardo J. Sugrañes | Actualizado 08.04.2012 - 01:00
 

·                                 Un Viernes Santo Soleado

·                                 A las cuatro de madrugada sonó el Himno Nacional en la calle Méndez Núñez. La cruz de Jerusalén aparecía en el dintel de la parroquia de la Purísima Concepción. Con bastante agilidad fue saliendo toda la cofradía. La noche era fría, pero sin lluvia, con lo cual soportable. A los ocho minutos el Señor de Huelva estaba en la calle. Se dispuso a andar, sonaba Saeta, caminaba por Méndez Nuñez y se sentía el sinuoso y elegante movimiento de su túnica morada lisa; se acercaba hacia nosotros. Sus pies sobre un monte de claveles rojos, su mirada hacia el monumento a la Inmaculada Concepción. A la vuelta, calle Puerto sintiendo los orígenes de la cofradía.

Se escucha Amargura de la Concepción y el palio de María Santísima de la Amargura está en la calle.

Mucha gente tras el Nazareno, rezos de plegarias y agradecimientos. Incluso mujeres descalzas y con pies amarrados con cadenas. El Señor camina por Huelva, la luz de la noche conjuga con la belleza del dorado de su paso y el burdeos de sus faldones. En la fachada de la iglesia la imagen permanente en su azulejo, este año exornada con flores rojas; testigo diario de que nadie fue capaz de destruirlo. Setenta y cinco años pasaron desde que un cuadro tuviera que sustituirle al ser destrozada su imagen en la Guerra Civil. Hoy es una memoria sin rencor.

El Señor de Huelva camina y la luna de la Parasceve vigilante le acompaña. Pero antes de llegar la hora nona andará por Huelva y la ciudad le acompaña.

Una hora después de su salida estaba de nuevo el paso a las puertas de la Concepción, en esta chocante carrera oficial, a la que nadie acude a sus palcos, solo gente de aquí y de allá que se sientan en ellos.

Por la mañana, la luz desde Plaza XII de Octubre y entre los saeteros los de siempre, Rafael Jurado y Pepe 'El Marismeño' le rezan al Señor en su calle.

De vuelta, José Carlos Martínez, que se estrenaba delante del paso del Nazareno, se dirige a la cuadrilla diciendo que no había mejor sitio para llamar que en La Placeta ante Jesús Nazareno y en la presencia del obispo, José Vilaplana. Le invitó a tocar el martillo con una dedicatoria del capataz por toda la Diócesis, "incluido todos nosotros que también formamos parte de ella".

La recogida más temprana que otros años se vio acompañada de mucha gente. Los palcos a rebosar. Un pequeño revuelo en la entrada por La Placeta en el palio ya que mucha gente quedó estrujada entre los hierros de los palcos. Un peligro a estudiar para otros años.

Antes del ángelus estaba en su casa la paloma de la Concepción. El Señor se nos fue con el resplandor del dorado de su paso. Ahora nos toca ir a visitarle a él.